Toponimia
La etimología del nombre «Valdreu» proviene de la etimología baja latina Villa Baldoredi, que significa «la finca o finca de Baldoredo». Refiriéndose a Baldoredo, nombre de una persona germánica (posiblemente suaba) con origen en la palabra Balths: Negrita.
Era el año 1603, víspera de Santa Luzia. A las cuatro de la tarde ya era noche cerrada. La lluvia caía a torrentes desde hacía varios días y no parecía querer amainar. El ruido atronador de los truenos, acompañado de la entrada de los relámpagos en las casas pobres, hizo temblar de miedo a los habitantes de Cabaninhas.
Esa misma noche, un mendigo llamó a las puertas de todas las casas de aquel lugar, esperando conseguir un trozo de pan y un techo sobre su cabeza para abrigarse y secar los harapos que tenía pegados a su demacrado cuerpo.
Desafortunadamente, todas las puertas permanecieron cerradas a excepción de una pobre choza donde vivía una viuda con sus hijos pequeños. Minutos después de que el mendigo fuera recibido, la tormenta aumentó violentamente.
Un fuerte estallido resonó por todas partes. Con gran angustia, madre e hijos se postraron de rodillas sobre el suelo de tierra húmedo de la casa, suplicando la protección de Santa Bárbara.
Como respuesta Divina, la tormenta se calmó y no se escuchó ni un suspiro.
Movida por la curiosidad, la viuda abrió la puerta y quedó aterrorizada por lo que vio. Todo el pueblo había desaparecido, la casa, los árboles, los animales y el gran acantilado, todo fue arrastrado por el río Homem.
Cuando la mujer volvió a entrar en la casa, el mendigo había desaparecido, como por arte de magia. Cuenta la leyenda que el mendigo era Jesucristo, y ante la falta de caridad de los habitantes de Cabaninhas, quiso mostrar su descontento.
Muchos de los cadáveres de los habitantes encontrados en la arena del río fueron enterrados en la cercana capilla de S. Pedro y S. Brás. A partir de ese evento, el lugar de Cabaninhas pasó a ser conocido como Cabaninhas da Quebrada, topónimo que permanece hasta el día de hoy.